miércoles, 3 de febrero de 2010

te recuerdo, Dany

Aún no sabía caminar y me enamoré perdidamente de un enano en el Retiro. Algo después, de una pareja de gemelos acróbatas, y con algo más de raciocinio, a los seis años, calculo, de Dany, el novio de Chabel, aquella muñequita de Feber que le hizo por poco tiempo la competencia al imperio de la Barbie.
Pasé una semana en cama con fiebre (yo recuerdo una semana, pero vete a saber... entonces los días eran eternos) y para más inri, se me estaban cayendo a la vez los dos incisivos superiores, o "paletas", para entendernos. Mi madre me trajo de regalo una muñeca Chabel vestida de Cleopatra y a Dany, que hacía las veces de director de cine. Recuerdo que me puse nerviosísima, no fui capaz de abrir esa caja a la primera, pero él me miraba a través del celofán, y yo a él a través de la fiebre.
Si bien es cierto que en general suelo seguir una dirección transversal a la habitual, que mi despiste emocional me haya llevado en algún momento a sentir amor hacia un muñeco me parece revelador. Tal vez sea un tipo de síndrome de Stendhal, pero yo sólo sé que mi amor era sincero, en todos los casos.
Por desgracia, los dos dientes se me cayeron esa misma tarde, bajo la atenta mirada de Dany. La vergüenza fue infinita, no fui capaz nunca más de sonreír en su presencia, incluso lo escondí.
Los dientes me tardaron mucho más de lo habitual en salir. Busqué, pero tan bien lo había escondido para que no me viera que no pude encontrarlo, y Feber ya había dejado de fabricar a Chabel, y toda su pandilla.
Hoy, tengo la sensación de que han dejado de fabricar a otras muchas personas a las que busco, porque no las encuentro, aunque de con ellas. O tal vez, aún no hayan salido del cajón donde alguien les puso alguna vez...

6 comentarios:

Helveltio dijo...

Buenas.

Este post me ha hecho recordar.
El último fragmento; que ha sido dejado de frabricar a las personas que buscas...genial.
Puede que algún día decidan salir

Saludos
Pd: me gusta tu blog.

Antúnez dijo...

Sigue así Mari,

Me encanta leer tus sentimientos a través de este blog: me hace sentir que estamos más cerca de lo que el día a día parece esforzado en mostrar.

PD. Que se te quiere!!!

No SoPoRtO a LoS MoDeRnOs dijo...

Aisss María! Qué complicación!!! Cuando ya nos habíamos acostumbrado a que la gente saliera del armario, ahora haces la propuesta de que los viejos amores salgan de los cajones...
No inicies nuevas revoluciones reina!!!!!!!

Un besito wapa

María Rodrigo dijo...

Ay Luzi Luzi, si sólo me refiriera a viejos amores... los cajones me temo que están atestados de gente variopinta.
¡Si esque no soportas nada! jaja

Sr. Antúnez ¿hace bueno por su tierra? ¿crees que ahí encontraré el sol que tanta falta me hace ahora? Voy y te achucho mucho!!

Gracias Solarin, pese a esa juventud de la que te defiendes, a mí también me gusta tu blog!

Anónimo dijo...

Escribes muy bien, Marieta, no hagas caso a Luzia que le corroe la envidia
Paco

Anónimo González dijo...

Comparto al cien por cien tu reflexión: también yo doy con mucha gente a la que he buscado y no encuentro...aunque dé con ella. A mí ya me basta con saber que estuvieron, que de algún modo, etéreo, están. Es un conformismo peligroso pero mi radio de acción es limitado, al menos ahora: me cansé de andar siempre buscando.
Besos
R.