lunes, 22 de marzo de 2010

conos y bastones


120 millones de bastones en cada ojo detectan luces y sombras, perciben el mundo sólo en escala de grises, pero distinguen las formas y figuras. Tanto yo como mi perro coincidimos en eso, los dos tenemos bastones. Pero él no tiene conos.
7 millones de conos nos permiten apreciar los colores. Pero necesitan más luz que los bastones para funcionar. Por eso ésta mañana él no ha sentido un vuelco al corazón cuando pasadas las 7 de la mañana ha amanecido en Madrid.
Un disparo de Luz ha coloreado la vista. Empezando por los verdes, han seguido los rojos, azules... Pato, mi perro, ha seguido siendo negro, aunque he esperado, mirándole fijamente, a que tomara otra tonalidad.
¿Quién sabe? del mismo modo que él piensa que soy gris, puede que yo no sepa a ciencia cierta cómo es él. Aunque lo más seguro es que Pato sepa más que nadie y todos seamos grises. Al fin y al cabo conoce bien nuestras luces y nuestras sombras, entiende de figuras, y no se pierde como yo, embobada, con artificios de colores.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bien, Mari!!!! Y la cancioncilla como va? ejem, ejem..