lunes, 17 de mayo de 2010

como perros

En el parque para perros de Suchil hay una hembra de Alaskan Malamute blanca, totalmente blanca, y vieja, tiene 16 años ya. Me quedo mirándola porque es realmente guapa; su dueña, orgullosa, viene y se sienta a mi lado. "Está ya muy mayor, pero la cara la sigue teniendo preciosa, esque el que tuvo..." La miro, y la sonrío. No me gustan mucho las comidillas del parque de los perros, ni las charlas en torno a perros, rodeada de perros, procurando no perder de vista a mi perro. "Pues ha hecho películas y todo. ¡Trabajó con Concha Velasco! mi hija te lo puede contar". No hace falta ninguna hija, sé que me lo va a contar ella en 3, 2, 1... "Iban a buscarla a casa en coche, toda estirada que viajaba la tía. A las maquilladoras las tenía enamoradas ¡qué pelo! me decían. ¿Te acuerdas del perro del anuncio de la Caja de Ahorros? sí, mujer, hará diez años lo más. Era ella". Ella parece tranquila, está tumbada en el suelo a la sombra, más cómoda, seguro, que en el asiento trasero de cualquier coche. A mí las historias de cámaras y acción no me sorprenden especialmente.

Poco a poco al parque van llegando otros perros. Pato les saluda a todos, es muy sociable y alegre. A veces me sorprendo sintiendo algo muy parecido al orgullo materno cada vez que alguien le halaga, o le llama valiente. Se lleva especialmente bien con los Bulldogs, es curioso. Y ahí que llega uno, viejo amigo ya de mi pequeño socio, y se empiezan a perseguir con camaradería. En una de sus carreras, sin querer, el Bulldog cae sobre el lomo de la vieja Alaskan Malamute, que se levanta indignada y se lanza sobre él con todo su mal genio. A duras penas pueden la dueña y su hija contenerla.
"Esa perra siempre da problemas" me dice la dueña de una Pastora Alemana que está sentada a mi lado. "Ella tiene que controlarlo todo, es increíble. ¿Te han contado que hizo una película con Concha Velasco? La tratan como si fuera menos perro que los demás".

En seguida recuerdo una historia que siempre cuentan mi madre y mi abuela. Ellas tenían siete perros en su casa y en una ocasión, mi abuelo llevó a uno a Roma, para rodar con él una película. Durante un mes el perro vivía en el hotel, comía en los restaurantes, y le trataban, en fin, de forma especial. Así fue que cuando volvió a casa con sus compañeros se negó a mezclarse otra vez con ellos. Cogió sitio sobre una mesa de piedra y de ahí no le bajaba nadie. Le costaron caros los humos, ya que en un despiste, cabreada y confusa, la perra grande lo mató. Ley de la Selva.

Últimamente he tenido conversaciones sobre la manera en la que influye en las personas vivir una gira larga, formar parte de una banda importante, ser célebre, etc. Yo, desde mi lugar de testigo privilegiado de todo eso, trataba de explicar que se pierde cierta normalidad, al regreso cuesta adaptarse, de pronto nada está a tu gusto del todo, ni siquiera tu pareja, ni siquiera tus amigos... trataba de contar que yo misma sentí muchas veces como me desdibujaba ante la mirada de quienes debían quererme, vencida por una competencia desleal: las luces, los halagos, el deseo. Creo que no supe expresarme, ni siquiera ahora con el tiempo y la revisión del discurso que permite el lenguaje escrito consigo precisar lo que pienso.

Como una parábola, la historia de éstos dos perros ilustra lo que opino. Me levanto del banco, voy a buscar a Pato, abatido y triste por su amigo, le doy a la gran estrella del cine una palmada en el lomo que le recuerde un poco quién es y salgo del parque pensando que todos deberíamos recordar más a menudo que somos como perros, ni más ni menos.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoooo guau!!

Anónimo dijo...

que alguien llame al encantador de perros!

Anónimo dijo...

Ahora entiendo bastante mejor lo que empezaste a contarme anoche...tenías razón, mejor leerlo.
R.

Antúnez dijo...

No hay cosa más cruel que tratar de humanizar a un perro. Cada vez estoy más convencido de que nos iría mejor si nos hiciéramos "más perros" y fuéramos más sinceros y espontáneos.

María Rodrigo dijo...

Sin duda, Juan. Mejor hacerse perro uno, más noble, más "humano".

Alberto M. dijo...

Y luego para saludarse entre ellos se huelen el culo!

hay mucho que aprender de los perros..

Anónimo dijo...

Guuuuuuaaaaaauuuuuuuuu, guuuuuaaaaaauuuuu, guaaaauuuuu,traduccion del lenguaje perruno, "me encanta"

Anónimo dijo...

Hola Joven,

la descubrí hoy.

María Rodrigo dijo...

Buencubero ¿te conozco?
¡Bienvenido seas!