miércoles, 4 de febrero de 2009

Óscar

A veces, el destino actúa influenciado por Millás, y entonces el día es a la vez dulce y amargo. Pero algo aprendes.Caminas por la calle camino de casa, cargada con bolsas, y un mendigo muy bien peinado, en un intento perceptible de construir la mejor fachada con las peores piedras, te detiene y sabes bien que no te va a preguntar por una dirección, ni te trae un mensaje secreto de la CIA. Sabes que algo quiere, y efectivamente, algo te pide.

- Soy maricón, tranquila - me dice - no voy a hacerte nada - como si lo único que doliera en el mundo fuera de índole sexual, que tal vez... - me enamoré de un hombre que falleció hace un mes, tengo cáncer de piel en la planta de los pies, depresión, vergüenza y una familia que me odia-.
Me enseña las plantas de los pies, abrasadas por la calle, similares a las de un elefante corredor de maratones. No, no me impresiona esa imagen, ni me impresiona el relato apresurado de su vida, ni su condición confesada bajo luto en pleno barrio del orgullo gay. Pero me quedo, y sigue...
- No me operan de momento, porque no me muero, pero necesito calmar el dolor y el aspecto - siempre de la mano - quiero unos zapatos terapéuticos con imanes y nadie me los regala-. Yo llevaba en el bolsillo unos euros para cambiar mis botas queridas por unas nuevas con tacón, que me llenen los pies de raspaduras en ese odiado lapso de tiempo que vengo evitando demasiado, en el que la piel dura se ablanda. Ironía, y me gusta la ironía, y confío en la rareza.
Le di los euros, me quedé sin raspaduras, pero con una sensación extraña en el cuerpo.

- A las 19.30 estaré aquí mismo para enseñarte los zapatos -

19.29 y Óscar (que así se llama) se acerca tímido justo en el momento en que empiezo a sentirme estúpidamente utópica y generosamente gilipollas. En el instante en que el buen karma empezaba a resvalarme por la cara de decepción. "Éste tío no viene, ni siquiera para robarme el bolso" el momento de magia de las 14.00 se ha ido enfriando en 5 horas. Pero Óscar se acerca tímido y me mira desde lejos, ninguna bolsa en la mano, mismas chancletas sucias en los pies. "¿Y ahora?" vendrá a excusarse por no llegar con presupuesto a la tienda, e ir dejando migas de pan por las máquinas tragaperras (o tragavidas). Esperaba que viniera, aunque tuve dos momentos de pensamiento negativo, sabía que vendría, pero también sabía que vendría con zapatos terapéuticos de imanes, y supe mal.
Óscar me enseña el dinero, viene a demostrarme que no se lo ha gastado en las tragaperras, tampoco en tabaco, ni en bocadillos. Tampoco en zapatos terapéuticos... y tampoco me lo va a devolver. Óscar me vuelve a contar su vida, pero ya no me provoca ningún sentimiento, frío absoluto. Yo me he quedado sin raspaduras, y él es capaz de mantener su mentira 5 horas más tarde. Yo he ganado algo en que pensar, algo que contar, un sentimiento nuevo, una experiencia... él 20 euros, y una sorpresa.
Charlamos un rato, entiendo que nunca estará bien, nunca mejor que en ese mismo instante, cada día un poco menos peinado hasta que todo acabe. Soy la última persona en el mundo que le ha visto en su mejor momento desde hoy hasta que muera...Nunca más estará bien, pero podrá comprarse unos zapatos con imanes para su piel destrozada por el asfalto ardiendo, llagas que él llama cáncer, pero no lo es, y no da más lástima por ello. O no, podrá fumarse una cajetilla entera de cigarros enteros, ¿qué más dá? capricho más tonto era el mío, tacones... ¡qué ideas!

5 comentarios:

Anónimo González dijo...

Voy de sorpresa en sorpresa. Primero tu blog (te felicito por él, pinta muy muy bien) y después, para poder publicar este comentario, la palabra que me piden que transcriba es "hotamen". No diré más al respecto, hablapor sí solo. De pequeño saltamontes a gran maestra: tu palabra es don.
"Muestra de cariño"(aquí nunca sé que procede poner, si un saludo, si besos, si abrazos, ... así que pongo algo genérico que lo englobe todo)

María Rodrigo dijo...

si si si totalmente de acuerdo, la palabra para transcribir siempre da sorpresas, es un oráculo, no tiene nada de aleatorio.
La que me pone ahora mismo para responder a tu comentario es phoono... ¿deberíamos llamarnos?

¡¡Que bien tenerte por aqui!!

Miguel Espigado dijo...

El texto me ha parecido muy bueno. ¡No cejes, Marieta! Gran arranque. Si necesitas alguna ayuda técnica tienes todo mi frikismo bloguero a tu disposición.

Esa clase de personajes me recuerdan a los yonquis de los 80 que nos robaban hasta las gominolas a la salida del colegio... Es verdad que casi todos tienen capacidad contarte su vida en dos minutos. Menudos resúmenes que te hacen. Un abrazo.

Beta dijo...

¡Veinte euracos! Joder.

Caamy dijo...

Sigue, sigue, no te pares. Muy bueno. ¡Me alegra el día!